Los padres de los bebés «inquietos» que comienzan a practicar el porteo, ya sea en un mei tai o en un fular o en una bandolera, nos cuentan que sus hijos parecen olvidar el llanto.
Y no es solo la impresión de estos padres, o la mía propia, en 1986 un equipo de pediatras de Montreal informó sobre un estudio realizado sobre 99 parejas de padres e hijos.
El primer grupo de padres se les proporcionó una mochila portabebé e instrucciones para portear en ella a su bebé un mínimo de 3 horas al día más de lo que habitualmente lo llevaban en brazos.
Se les animó a portear a sus bebés, independientemente de que lloraran o no. En el grupo de control a los padres no se les proporcionó portabebe ni instrucciones específicas sobre porteo.
Después de 6 semanas, en el grupo de recibió las instrucciones de porteo, los bebe lloraban y protestaban un 43% menos que el grupo que no recibió instrucciones sobre porteo.
Un buen asesoramiento sobre porteo y el uso de un portabebés ergonómico reduce el llanto en un 43%
Los antropólogos que viajan por todo el mundo estudiando las prácticas de cuidado infantil en otras culturas también han llegado a la misma conclusión, los niños porteados lloran menos. Por lo que la razón para usar un portabebés está más justificada que nunca!
En nuestra cultura occidental se mide el llanto del bebé en horas, es decir, es posible que fulanito te diga «Mi bebé llora durante horas, ya no se como calmarlo». Sin embargo, en otras culturas, el llanto del bebé se mide en minutos.
Nos han hecho creer que es normal que los bebés lloren mucho, pero en otras culturas esto no es aceptado como una norma. En esas otras culturas los bebés desarrollan su primer año de vida en brazos, y solo salen del regazo de su madre para dormir.
Cuando los padres deben atender sus propias necesidades, el bebé está en brazos de otra persona.